En nuestra diócesis mucha gente está disfrutando de unas merecidas vacaciones, pero continúa el trabajo misionero y en agosto también nos llegan noticias de la misión.

El capuchino navarro Joseba Bakaikoa trata de dar continuidad junto con sus compañeros a lo que ya empezaron Alejandro Labaka e Inés Arango: de hecho, el mes pasado estuvieron impulsando la caminata Quito-Coca. Estos días nos explicaba que están preparando para llevar a cabo la misión en las comunidades del interior de la selva.

Por su parte, la zumaiarra Ángela Egaña y su comunidad tratan de mejorar la salud del entorno de Batseng’la (Camerún) en su hospital. Están consiguiendo suministras electricidad y agua gracias a la solidaridad de muchos de sus paisanos.

Por otro lado, tal y como nos informan las misioneras de Pemba (Mozambique), siempre están dispuestas a aceptar nuevos retos. Además del hogar de niñas que llevan desde 2014, están trabajando también en la alfabetización de mujeres. Tal y como expresaba la hermana Ofelia Robledo, no solo aprenden lecto-escritura, sino que les ofrecen formación para que puedan mejorar la vida de la familia.