Ayer nos visitó la hermana Compasionista Conchi Urrutia Garcia, que se encuentra actualmente en Yaundé (Camerún).

Las hermanas compasionistas trabajan en dos hogares de acogida y alimentan diariamente a 45 niños y niñas de la calle que visitan el centro de escucha.

El objetivo primordial del proyecto es la “Reinserción familiar y social de los niños/as de la calle y de la cárcel de en la ciudad de Yaundé, capital del Camerún” entendiendo por niño de la calle, un niño menor de edad que vive, duerme, trabaja, juega, come y pasa su vida en la calle, en ruptura total con su familia y del que ninguna persona adulta se siente responsable en ese momento.

Para poder realizar nuestro objetivo, tenemos dos “centros de estabilización” que acogen a los niños en régimen de internado, y otros dos “centros de escucha” que son centros de día,  uno para los niños y otro para las niñas.

Evidentemente todo este mundo tiene que comer. En los internados se les sirve tres comidas diarias y en los centros de día, una comida diaria.

«Llevamos trabajando 43 años con los niños de la calle. Nuestro proyecto finalizará cuando no haya más 

chavales de la calle pero por el momento, la situación político-social de nuestro país no tiene pinta de poder ni de querer actuar con eficacia.  Tendremos que seguir presentando proyectos a organismos y gentes de buena voluntad con la finalidad seguir acompañando a los niños/as de la calle que son, ciertamente, los más olvidados de nuestra sociedad.»

Este proyecto está siendo apoyado desde el Servicio Diocesano de Misiones y Cooperación de San Sebastián con 10.000 € al año.

Nos relató los avances y dificultades en su día a día, y las necesidades que tienen en el desarrollo del proyecto.

Eskerrik asko.