El 21 de julio se cumplen 34 años de la muerte del obispo capuchino Alejandro Labaka y de la hermana terciaria capuchina colombiana Inés Arango, en la Amazonía ecuatoriana.

Alejandro Labaka Ugarte nació el 19 de abril de 1920 en Beizama (Gipuzkoa), en un ambiente rural que marcó profundamente su manera de ser. Como fraile capuchino, pidió ser enviado como misionero a China. Allí viajó en 1947 y permaneció hasta 1953. El impacto de China duró toda su vida.

La etapa más larga de su vida la pasó en Ecuador, de 1954 a 1987. Los primeros años, los vivió en la Sierra y en la Costa, pero en 1965 llegó a Aguarico donde descubrió su verdadera vocación misionera al contactar con los pueblos ocultos amazónicos. Allí se fraguó una nueva idea de misión, las semillas del Verbo, que le llevó al amor y al respeto de los pueblos indígenas hasta entregar la vida. Tanto Alejandro como Inés, fueron alanceados a las puertas de una choza tagaeri. Sus restos descansan en la catedral de Coca.

El testimonio de Alejandro e Inés nos estimula para fijar nuestra mirada y compromiso en los pueblos olvidados de la Amazonía y denunciar los atropellos que se siguen produciendo.

El domingo 25 de julio se celebrará una misa en su memoria en Beizama a las 10h.